martes, 28 de agosto de 2012

Huella genética o fingerprint.


En 1987 el genetista Alec Jeffreys en Inglaterra ideó un método, aplicando técnicas de ingeniería genética, que permite identificar individuos a partir de determinados fragmentos de ADN que él llamó “huellas genéticas”. Este método puede tener diferentes aplicaciones, como averiguación de parentesco, de compatibilidad para trasplantes, y de identificación de sospechosos de un crimen. Por ejemplo, si en el lugar del delito se encuentra una mínima muestra de pelo, semen, saliva o sangre es suficiente para extraer ADN y analizarlo. Al comparar el ADN de un sospechoso con el hallado en el lugar del crimen se puede determinar la similitud y señalar su culpabilidad o inocencia con un grado de certeza casi total.

ADN, justicia y salud.


El hecho de que cada individuo sea único y diferente de todos los demás se debe, en gran medida, a que su ADN, el material genético que determina sus rasgos y funciones, es único y diferente al de otros individuos. Aunque hoy se sabe que la mayor parte del material genético es idéntica en todos los seres humanos, un mínimo porcentaje de diferencia alcanza para determinar la enorme   diversidad de seres humanos que hay en la Tierra.
Si se considera dos personas cualesquiera no parientes, el 99.9 % del ADN (ácido desoxirribonucleico) es idéntico en ambos. La escasa variación del 0,1% alcanza para determinar las diferencias entre ellos, y da lugar a la enorme diversidad en la especie, que hace que cada uno de los seres humanos sea único. Esto es lo que posibilita, por ejemplo, identificar personas a partir del ADN y establecer relaciones de parentesco, o determinar cuál de los sospechosos es el responsable de un crimen.
En la Unidad de Inmunología del Hospital General de Agudos Carlos G. Durand  de la ciudad de Buenos Aires se realiza este tipo de análisis genéticos. En un principio los análisis que se realizaban en esta institución eran de histocompatibilidad, es decir destinados a determinar compatibilidad para un trasplante de órganos. Desde 1984 con el advenimiento del gobierno constitucional se les solicita la realización de estudios para la identificación de niños secuestrados o nacidos durante el cautiverio de sus madres en la época del gobierno militar.
Desde 1987 el hospital cuenta con un Banco Nacional de Datos Genéticos  que reúne información genética de personas. A partir de los estudios genéticos de los abuelos (si el padre y la madre están desaparecidos) es posible construir linajes que indican si el niño comparte con ellos determinados fragmentos de ADN que permitan suponer su parentesco. De todas formas, actualmente, la mayoría de los casos que se analizan son referentes a filiaciones (paternidad) y el resto son causas criminales.


                                                                                                                                                                                                                                           

¿Qué es el Equipo Argentino de Antropología Forense?


El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) es una organización científica, no gubernamental y sin fines de lucro que aplica las ciencias forenses -principalmente la antropología y arqueología forenses- a la investigación de violaciones a los derechos humanos en el mundo. El EAAF se formó en 1984 con el fin de investigar los casos de personas desaparecidas en Argentina durante la última dictadura militar (1976-1983). Actualmente, el equipo trabaja en Latinoamérica, África, Asia y Europa en cinco áreas programáticas:
  • investigación
  • entrenamiento y asistencia
  • desarrollo científico
  • fortalecimiento del sector
  • documentación y difusión
Esta formado actualmente por trece miembros que se especializan en la arqueología, antropología física, antropología social, computación y derecho. Además, el EAAF cuenta con el generoso apoyo de voluntarios y una red internacional de profesionales a quienes el equipo invita frecuentemente a participar de nuestras misiones.
El EAAF también trabaja en la mejorara de los protocolos forenses nacionales e internacionales, promocionando la transparencia de las investigaciones criminales y la inclusión de expertos forenses independientes en las investigaciones sobre derechos.


¿Había gente en la Argentina capacitada sobre antropología forense?


En 1984, durante los primeros meses de la democracia, varios jueces empezaron a ordenar exhumaciones en cementerios en donde se conocía la existencia de enterramientos de personas desaparecidas. Familiares de personas desaparecidas asistían a estas exhumaciones en la esperanza de encontrar los restos de sus seres queridos. Pero, estas exhumaciones fueron conflictivas en varios sentidos. En primer lugar, los médicos oficiales a cargo del trabajo tenían poca experiencia en la exhumación y análisis de restos óseos; en su práctica profesional trabajan habitualmente sólo con cadáveres. En los casos de desaparecidos, estas primeras exhumaciones fueron llevadas a cabo por trabajadores del cementerio de una manera completamente a-científica. En particular, cuando se usaron palas mecánicas, una parte importante de los huesos que forman el esqueleto se rompieron, se perdieron, o se dejaron en la fosa; tambi&eactuen, se mezclaron los restos de distintos individuos. Lo mismo sucedió con la evidencia asociada a los restos tales como proyectiles de arma de fuego, efectos personales, etc. Como resultado, se destruyeron parte de los elementos necesarios no sólo para identificar los restos, sino también para apoyar los procesos legales contra los responsables de estos crímenes. Además, algunos de los médicos forenses habían sido ellos mismos cómplices de los crímenes del régimen anterior, ya sea por omisión o comisión. En Argentina, como en la mayoría de los países latinoamericanos, los expertos forenses son parte de la policía y/o el sistema judicial. Por lo tanto, durante períodos no democráticos su independencia se ve severamente limitada. Por todas estas razones, fue necesario encontrar una alternativa científica a estos procedimientos. 

¿Qué es la antropología forense?


La antropología forense es una de las subdisciplinas de la antropología física. Se divide en tres ramas importantes, relacionadas con otras tantas ramas de las ciencias antropológicas: La antropología forense, la arqueología forense y la antropología cultural forense.
Se encarga de la identificación de restos humanos esqueletizados dado su amplia relación con la biología y variabilidad del esqueleto humano. También puede determinar, en el caso de que hayan dejado marcas sobre los huesos, las causas de la muerte, para tratar de reconstruir la mecánica de hechos y la mecánica de lesiones, conjuntamente con el arqueólogo forense, el criminalista de campo y médico forense, así como aportar, de ser posible, elementos sobre la conducta del victimario por medio de indicios dejados en el lugar de los hechos y el tratamiento perimortem y posmortem dado a la víctima.Se auxilia con las técnicas de la tafonomía forense, estrategia de investigación de reciente aplicación a casos forenses. Engloba las técnicas de la arqueología y la antropología física forense en la investigación sobre el proceso tanatológico. El uso de modelos tafonómicos en el análisis de contextos forenses permite estimar el tiempo transcurrido desde la muerte, reconstruir las circunstancias antes y después de la depositación del cadáver y discrimina los factores en los restos humanos que son producto de la conducta humana, de aquellos producidos por los sistemas biológicos, físicos, químicos y geológicos.

Tipificación de ADN: toma y conservación de las muestras.



Muestra
Extracción
Conservación
Sangre recién extraída
Cantidad
Aproximadamente, de 5 a 10 ml. Esta cantidad puede reducirse en niños pequeños.
Tubos utilizados
Estériles. Irrompibles. Deben contener 0,5 ml de EDTA al 5%. No utilizar otro tipo de anticoagulante. Cerrado hermético. Rotulación indeleble (nombre, fecha de extracción, número de causa).
Papeles de filtro
Embeber una circunferencia de 1 cm de diámetro como mínimo y secar a temperatura ambiente.
24-36 hs.: temperatura ambiente o heladera común (4 °C).
Lapso mayor: Congelación a -20 °C o -70 °C. Descongelar solo para el procesamiento.
Orina
Recién emitida.
Cantidad
Aproximadamente, 20-30 ml.
Obtención inmediata del sedimento
Cerrado hermético. Rotulación indeleble (nombre, fecha de extracción, número de causa).
Se recomienda procesamiento inmediato del sedimento. De no ser posible, congelar.
Hisopados de cavidades:
* Vaginal
* Rectal
* Bucal
Material
Utilizar material estéril para hisopados, sin otros aditivos.
Recolectar la mayor cantidad posible de exudado de la cavidad investigada. Secar el hisopado antes de introducirlo en el tubo.
Cerrado hermético. Rotulación indeleble (nombre, fecha de extracción, número de causa).
24-36 hs.: temperatura ambiente o heladera común (4 °C).
Lapso mayor: congelación a -20 °C o -70 °C (preservando de la humedad). Descongelar solo para el procesamiento.
Manchas orgánicas(sangre, semen, etc.) en:
* Prendas
* Telas, tapizados, papeles
* Otras superficies
Recortar la superficie manchada o recuperar la mancha desde las distintas superficies según las técnicas criminalísticas específicas (raspado o hisopado).
Secar las manchas húmedas y guardar las muestras en envases de papel para que no concentren la humedad.
Cerrado hermético. Rotulación indeleble (nombre, fecha de extracción, número de causa).
Temperatura ambiente (proteger del calor y la humedad y de radiación ultravioleta intensa). En estas condiciones pueden mantener su vigencia incluso durante meses.
Material cadavérico
Material de elección
* Huesos (preferentemente zona interna de huesos largos, aunque también las mismas áreas de huesos cortos suelen proporcionar resultados).
* Dientes (sin endodoncia).
* Músculo (si existen zonas en buen estado de conservación).
* Piel (si existen zonas en buen estado de conservación).
* Pelos (arrancados con sus raíces).
Cantidad
Volumen no menor a 5 cm3. Piezas dentarias: dos o tres. Muestra ideal: alrededor de 100 cm3.
Instrumental
Pinzas y bisturís estériles o limpios, sin restos de tejidos de otros cadáveres o restos.
Frascos limpios e irrompibles. Cerrado hermético. Rotulación indeleble (nombre, fecha de extracción, número de causa).
En caso de restos humanos muy fragmentados e irreconocibles, tomar una muestra por cada resto que no presente puentes de tejidos que lo unan a otro.
24-36 hs.: temperatura ambiente o heladera común (4 °C).
Lapso mayor: congelación a -20 °C o -70 °C. Descongelar solo para el procesamiento.
Los huesos de cierta antigüedad que se encuentran libres de restos de tejido y de humedad deben permanecer a temperatura ambiente, resguardados del calor.

¿Cómo trabajan?


Trabajan en cuatro niveles: denuncias y reclamos ante las autoridades gubernamentales, nacionales e internacionales, presentaciones ante la Justicia, solicitudes de colaboración dirigida al pueblo en general y pesquisas o investigaciones personales. En años de dramática búsqueda sin pausas lograron localizar a 95 niños desaparecidos.


Cada uno de los niños tiene una causa abierta en la Justicia a la que se agregan las denuncias que se van recibiendo con el correr del tiempo y que conforman elementos probatorios que determinan su verdadera identidad y la de los responsables de su secuestro o tenencia ilícita.
Para asegurar en lo sucesivo la validez de los análisis de sangre han implementado un Banco de Datos Genéticos, creado por la Ley Nacional Nº 23.511, donde figuran los mapas genéticos de
todas las familias que tienen niños desaparecidos